Buenas :)
Bueno, actualizo con más retraso de lo previsto, pero es que uno está muy ocupado con el tema exámenes y deberes (aunque un servidor no se preocupe ni lo más mínimo de esas dos cosas XD). Además llevo unos dias algo preocupado, "rallado". Y es que no es para menos vV Pero bueno, me limitaré a decir que no me va muy bien con mis compañeros de clase. No voy a volver a explicarlo todo de nuevo, prefiero ir directo al grano :)
Bueno, el caso es que hoy queria hablar de mi infancia (y si, lo sé, muchos me direis que no hace tanto de ella ¬_¬).
El caso es que yo, desde pequeño, siempre he sido el marica del colegio (ya veis, a mi lo del marica de la clase se me queda pequeño y todo ^_^). Básicamente era debido a qué yo SIEMPRE me he juntado con chicas, me siento mucho más cómodo, y claro, cuando formábamos equipos o jugábamos a algo yo era el único chico entre un montón de niñas. Cuando sentí algo realmente por un chico fue a los 6/7 años. Era un chico un año mayor que yo, muy inteligente, parecía tímido... Me encantaba, y, de hecho, me encanta, porque sigue siendo mi amor platónico (aunque no sienta lo mismo que por aquel entonces, claro). Yo, en aquel momento, me sentia muy confuso. A mí siempre me ha gustado jugar a policias con esas pistolitas de juguete y tal... Supongo que era porque mis padres nunca quisieron comprarme otro juguete que no fuera eso o un coche. Bueno, recuerdo que una vez me compre unas cocinitas, y mi madre me las escondio para que no las viera mi padre xD Bueno, como decia, en esos juegos de polis siempre pensaba que "un maricon no podia jugar a esas cosas", "que yo no era uno de esos asquerosos", etc. Incluso me busque una de esas novias típicas de los párvulos para conseguir parar esos rumores. Dio resultado; ahora era el "maricón con novia", que siempre era mejor que ser el maricón asecas. Cuando dejé de fingir que estaba con esa chica, seguia teniendo la misma fama que antes. Intenté juntarme más con chicos, jugar a fútbol, etc. Parecia que les empezaba a caer bien. Me dijeron que lo que tenía que hacer era no juntarme mas con chicas, y así hice. Yo, obviamente, no estaba agusto, no me sentía bien. Pero peor me sentia siendo un marginado. Cansado ya de hacer cosas de machos y de brutos, volví a juntarme con mis amigas. Ellas, de hecho, tambien sospechaban que yo podía ser gay. Llegó 1º de ESO, y con él, como cada año, las "Colonias", una excursión de 4 dias y 3 noches a una masia, donde visitabamos lugares importantes, ibamos de paseo por la montaña... El primer dia, al llegar al pueblecito (ese año en Tarragona, a 100 metros de la playa), sacamos el tema del suicidio, no sé porque. Y dije que yo habia pensado en eso. Mi amiga se alarmó un poco, e intenté disimular diciendo que era una broma. Ella me dijo que ella ya creía porque lo habia pensado, y me citó aquella noche en la sala principal de la masia. Una vez allí, yo le dije en el acoso que sufria en clase, que estaba harto de ser el maricón... Y ahí me cortó en seco, y me dijo "¿y es verdad eso que te dicen?", a lo cual yo contesté con un "No estoy seguro, a mi me gusta el cuerpo de los chicos, pero tambien me gusta vuestra forma de ser". En aquellos momentos le menti, nunca me habia gustado ninguna chica, pero eso lo hablamos después. A partir de ahí me sentí libre, feliz... Pero por lo visto, esa libertad no siempre ayuda mucho.
Besos :)